En hora de clases, decidimos un día dirigirnos hacia el Jumbo a ver los productos a granel que se vendían en ese local y que consecuentemente adquirían un valor agregado por ello. Sin ninguna idea mur clara de lo que quería hacer entre abierta de mente en el supermercado. Con mi querida (XD) amiga Carla empezamos a mirar... Para mi gusto, no había nada muy interesante o simplemente lo que podría ser una posibilidad me parecía una opción también tomada por otros. Vi mermeladas, me intereso la de naranja que igual no es muy vendida en los supermercados o si lo es de una cosistencia muy líquida. Decidí tomar notas sobre este producto ya que podría agregarle un valor al hacerlo con zestas de naranjas. También, observé las callampas secas. mmmmm. Momento en el que me dio hambre. Un alimento muy rico y que siempre espero con ansias en mi casa para el almuerzo. Tomé notas sobre las hojas de laurel ya que esta última le era muy interesante a mi madre. Y para finalizar, dando vueltas en los pasillos vi las semillas de maravillas. Enseguida se me vinieron los recuerdos de cuando yo vivía en Canadá en dónde la semilla era parte de la vida diaria de los estudiantes como una simple colación, hábito no muy común acá en Chile. Por lo que sería interesante implantarlo (o tratar?) en este país. Tomé notas de todos los datos que habían sobre las etiquetas, sus formas, sus transparencias, sus paletas cromáticas, sus tipografías, sus informaciones nutricionales, etc.
Después de esta visita al supermercado Jumbo, nos trasladamos al mercado de la avenida Brasil y fuimos a visitar las bodegas presente en las cercanías. Fuimos a ver envases y productos. Siempre anotando todos los precios para luego poder hacer un "estudio de costo" de cada producto. Siempre tuve en la mente de elaborar un producto que tuviera un envase transparente para favorecer la vista de este último. Por eso me concentré en ver envases de polipireno.
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